“Mi amado habló, y me dijo:Levántate, oh amiga mía, hermosa mía, y ven.
Porque he aquí ha pasado el invierno,
Se ha mudado, la lluvia se fue;
Se han mostrado las flores en la tierra,
El tiempo de la canción ha venido,
Y en nuestro país se ha oído la voz de la tórtola.”
Cantares 2:10-12 (VRV 1960)
La primavera es mi estación favorita. Y creo que todos esperamos cada año la llegada de la primavera, dando paso a los colores en el paisaje, en los árboles y en las flores. En el aire hay perfume y se escucha el trinar de los pajaritos por doquier. La primavera trae alegría a los corazones, ¡y hasta dicen que es el tiempo del amor!
Pero el invierno es una estación no tan deseada. Todo se torna seco y sin verdor. El frío nos invita a encerrarnos en casa, sin poder disfrutar de la naturaleza a pleno, como en otras estaciones del año. El viento es frío y la lluvia hace que los días sean mas grises.
También nosotros pasamos estos inviernos en nuestra vida. Es ese tiempo en que todo se torna más difícil. Son aquellas cosas que vivimos y nos hicieron sufrir: aquellos vientos fríos de dificultades que nos hicieron perder muchas lágrimas, las heladas que nos marchitaron hasta secarnos el corazón. Fueron aquellos días grises que nos quitaron los colores y las ganas de vivir…
Todos pasamos por esta “estación” del frío en nuestras vidas. Qué bueno es, entonces, escuchar de parte de Dios: “Levántate… porque ha pasado el invierno… se han mostrado las flores en la tierra, el tiempo de la canción ha venido…”
El invierno no dura para siempre, ¡después viene la primavera! Y así es en nuestra vida.
Si hoy estas pasando por uno de estos “inviernos”, ¡piensa que pronto pasará! Entonces, confía en Dios aunque todo este oscuro, frío y triste; porque seguro “el tiempo de la canción” llegará, ¡y habrá mucho para disfrutar!
Tere
