A sus discípulos

«La cosecha es abundante, pero son pocos los obreros —les dijo a sus discípulos—” (Mt. 9:37 – NVI )

Al ver las multitudes tan necesitadas, Jesús se dirigió a sus discípulos para compartirles la carga de su corazón. Como ilustración, hizo una comparación con la cosecha de granos, (algo muy conocido para ellos), que si esta, no era recolectada a tiempo, se perdía…

Además, Jesús les dice qué la cosecha era abundante, y estaba hablando de las multitudes necesitadas y lejos de Dios! El estaba tratando de que sus discípulos lo vieran también, que el trabajo era mucho y los obreros pocos. Lo interesante es que lo comparte con los suyos, con aquellos que le seguían de cerca, y le podían prestar la atención debida !

Muchas veces estamos tan ocupados en la obra, que no tenemos tiempo para estar con el Señor de la obra. Es muy fácil caer en esto. Necesitamos escuchar al Señor para saber que tenemos que hacer, como lo tenemos que hacer, en que lugar y en que tiempo. Porque El no se equivoca y somos necesitados de su sabiduría. Cuantas veces lo que debemos hacer es pararnos en el camino y preguntarle a Dios por donde seguir…

Hay mucho por hacer y por lo tanto el desafío es oír lo que Jesús tiene para decirnos.

Y recuerda, El se revelará a los suyos, y compartirá la carga de su corazón con aquellos que le aman, le siguen de cerca y le pueden oír y obedecer. La pregunta es: Estas dispuesto a escuchar y obedecer? – Tere