ALCANZANDO A LOS SORDOS

Según estadísticas de la Federación Mundial de Sordos, en el mundo existirían alrededor de 70 millones de personas impedidas en la audición. Sólo en Argentina, nacen entre 750 y 1500 bebés con sordera severa o profunda cada año.

Al encontrarse con una cifra tan alarmante, hacen eco las palabras del apóstol Pablo en su carta a los Romanos capítulo 10 versículo 4: “¿Cómo invocarán a aquel en quien no han creído? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído? ¿Y cómo oirán si no hay quien les predique?”

Ahora bien ¿cómo oirán los sordos el mensaje?. La resignación debido a su impedimento auditivo no es una opción para la iglesia de Cristo, pues Dios pedirá cuenta por esas 70 millones de personas que actualmente conviven con nosotros. Es necesario encontrar la manera de llevarles el mensaje, para que ellos “oigan” el evangelio de acuerdo a sus capacidades.

Para este fin, Juventud Con Una Misión (JuCUM) de la ciudad de Corrientes Capital, está dando sus primeros pasos en este campo a través de un ministerio para sordos. Las actividades que realizan dentro de esta primera etapa son: interpretación en lenguaje de señas a los miembros sordos de la iglesia Centro Familiar ubicada en el Barrio Pirayui, un curso de capacitación en lenguaje de señas para aquellos creyentes que deseen servir en esta área (actualmente cuenta con 15 participantes que se reúnen una vez por semana), visita a hogares de personas sordas, y eventos evangelísticos para sordos.

En cuanto a este último, el día sábado 25 de Abril se realizó el primer café bajo el lema Día del Amigo Sordo, en el centro de Corrientes. Tanto personas sordas como oyentes estuvieron presentes, realizando dinámicas y tiempo de convivencia en conjunto. Además, se les predicó el mensaje del evangelio en lenguaje de señas, contando con un intérprete para los oyentes.

“Nuestro propósito como ministerio es alcanzar a la comunidad sorda para Cristo. Personalmente, lo que me motiva a servir en esta área es pensar que ellos, al igual que los oyentes, serán juzgados delante de Dios y se enfrentarán a la realidad de la eternidad, con o sin Cristo. No puedo permanecer indiferente.”- Nos comenta Ezequiel Icazatti, uno de los integrantes de este ministerio.

Oremos por este ministerio, para que muchos sordos tengan un encuentro con Cristo, para que más obreros dispuestos a aprender el lenguaje de señas se levanten, para que más creyentes sordos decidan ser los portadores del mensaje de Cristo a los suyos.fh