Hasta lo último de la tierra


En respuesta a la gran comisión, la Escuela de Discipulado y Entrenamiento se movilizó hacia, Pichilemu, Chile; Asunción, Paraguay; Quito, Ecuador, Lima, Perú y en ciudades de Argentina; con el fin de llevar un mensaje de esperanza y salvación. El trabajo radicó en construcción de casas que fueron destruidas a causa del terremoto, construcción y mantenimientos de iglesias, asilos, casas; etc.

Teniendo la oportunidad de llevar el evangelio de una manera creativa pudimos compartirlo  en  colegios, a través de obras de teatro, videos  educativos  animando a decidir por la vida y no al  aborto. Dios una vez más se destacó en cada presentación, ministrando a niños, adolescentes, jóvenes  y docentes.

Se compartieron diversos talleres y seminarios, de evangelismo, arte, vida cristiana, etc. Cada estudiante de la Escuela de Discipulado tuvo la oportunidad de compartir su experiencia de vida animando así a tomar un mayor compromiso con Dios.

Dios continúa extendiendo su mano hacia todos aquellos que lo necesitan y nosotros podemos ser parte de su gran sueño… «Pues él quiere que todos sean salvos y lleguen a conocer la verdad» 1 Tim.2:4