Retiro 2012 “Sirviendo con gozo”


Sirviendo con gozo, fue el lema de nuestro retiro en donde pudimos ver desde una perspectiva más profunda el motivo de nuestro servicio a nuestro Dios en las misiones.
Para compartir la palabra estuvo invitado el director Nacional de JuCUM Argentina, Alejandro Rodríguez junto a su esposa Marta Rodríguez, directora de la base de Ituzaingó, Buenos Aires.
Se dio apertura a este retiro el día jueves con algunos testimonios de nuestros misioneros acerca de experiencias que tuvieron sirviendo al señor a lo largo de estos años.
El día viernes fue un culto de celebración a las naciones a cargo del ministerio de misiones de la base donde se compartieron testimonios misioneros y se proyectaron videos de los países que hemos alcanzado y de los próximos desafíos: Bolivia, Paraguay, Perú, Brasil, Chile, México, España, Marruecos, India, Honduras Y Guatemala.

El día sábado recibimos la visita de hermanos y pastores del interior de Corrientes, santa Fé y Misiones algunos de ellos estudiantes del seminario águila brindado por el ministerio de estudio bíblico, y algunos niños, adolescentes, pastores y líderes del ministerio de KK de los grupos red de diferentes ciudades.
Ese día se expusieron los nuevos proyectos del ministerio de arte y KK donde los niños realizaron una coreografía. Además de esto una vez más experimentamos el poder y fidelidad de Dios con nuestra escuela Primaria “Instituto nueva generación”. Como en cada retiro las maestras y cada personal del instituto estuvieron presentes, en esta ocasión se levanto una ofrenda generosa para la compra del terreo para que el instituto siga funcionando en nuestra ciudad, una vez más Dios obro de forma sobrenatural.


El día domingo concluimos con la santa cena después de haber tenido a lo largo del retiro reuniones para matrimonios, mujeres y por supuesto también para niños.

Como mencionamos nuestro lema fue: “sirviendo con gozo” y en esta oportunidad estudiamos la vida de Lucas, el médico, que se entrego al servicio del señor y de Pablo sirviéndole incondicionalmente, dejando atrás sus comodidades, su profesión, sus sueños, simplemente para hacer posible el sueño de Dios y este es: que cada persona le conozca, porque no se trata de nosotros, se trata de Dios y de su amor por la humanidad. Es por eso que a pesar de las dificultades, situación económica, enfermedades, pérdidas, etc. debemos seguir sirviendo al señor con todo nuestro corazón respondiendo a lo que hizo en la cruz por cada uno.