Si la vida te da la espalda, Dios te extiende su mano!

Iglesia Centro Familiar

Ahora bien, sabemos que Dios dispone todas las cosas para bien de quienes
lo aman … Ro.8:28
Cuando la vida te sorprende con cosas inesperada, es cuando uno  baja  el ritmo y  comienza a recapitular su vida.
En medio del parto mi cuñada perdió la vida y mi sobrino nació con la enfermedad Síndrome de Chediack. Toda esta situación trajo un descontrol en toda mi familia ya que mi tiempo dedicaba solo a mi sobrino, el cual llegue a amaba como mi hijo. El tratamiento era intenso implicando viajes a Buenos Aires, al hospital Garahan una ves por mes.
Un día en uno de los viajes, recordé que alguien me había hablado de Dios, entonces decidí participar de las reuniones de la Iglesia Centro Familiar (pertenece al ministerio plantación de iglesias de JuCUM Norte), a todo esto mi confianza solo estaba puesta en los médico y en lo que ellos podían hacer para sanar a mi bebé; para esto Dios solo era algo secundario en mi fe.
Después de un año y dos meses de mil intentos para ver resultados de los tratamientos, mi bebé falleció; entonces el mundo se me vino abajo, las ilusiones se hicieron mil pedazos de lo cual entre en un estado depresivo, la desesperanza se apoderó de mi vida y mi hogar comenzó a destruirse. Al no ver la salida y ante un dolor tan grande el escape más fácil fue acudir a pastillas que me mantenían sedada todo el tiempo. Con todo lo que pasó no deje de asistir a la iglesia donde escuche una y otra vez la verdad de Dios por medio de las predicas, me di cuenta que necesitaba un cambio, eso me llevó a aceptar a Jesús como mi único salvador y esperanza de vida. Después de esto mi vida dio un giro de 180°, la depresión desapareció, por lo tanto la esperanza y la fe comenzaron a surgir en mi y esto repercutió en mi familia, la cual fue restaurada por medio de conocer más a este Dios de amor.
Hoy entiendo que Dios es real y que los milagros que el hace  traen cambios radicales.
Graciela