UN NUEVO ESTILO DE CAPACITACIÓN

Una nueva Escuela de Discipulado y Entrenamiento (EDE) finalizó el pasado 10 de Octubre en Juventud Con Una Misión (JUCUM) de Corrientes capital, luego de 3 meses de ser entrenados en su relación con Dios y su servicio al otro.

 

Cada año JUCUM lleva a cabo 3 EDE´s, en Febrero, Julio y Octubre, que tienen 5 meses de duración cada una y durante las cuales los estudiantes se dedican por entero a ser discipulados, enseñados en la Palabra de Dios y entrenados en su llamado y en el servicio.

 

Pero esta EDE tuvo un toque diferente, ya que estuvo dirigida a personas laborantes, por lo tanto, los alumnos no estuvieron internados en las instalaciones de JUCUM, como tradicionalmente se realiza una EDE, sino más bien tomaron esta escuela de manera externa. Seis estudiantes fueron los valientes, todos correntinos, 4 varones y 2 mujeres, una de las cuales vivió junto a su esposo parte de su proceso de embarazo durante la escuela.

 

Las clases se realizaban de lunes a sábado por las mañanas, tiempo en el cual los alumnos recibían charlas, ministración, realizaban en conjunto tiempos de oración e intercesión, alabanza, estudio bíblico, entre otras actividades.

 

Al finalizar la mañana, los alumnos retornaban a sus respectivos trabajos y rutinas personales, lo cual significó para ellos una prueba de fuego a todo lo aprendido, teniendo la oportunidad de ver la paternidad de Dios en medio de sus experiencias reales.

 

La palabra recibida para esta escuela, desde antes de comenzar las clases, fue: “Puestos los ojos en Jesús, el Autor y Consumador de nuestra fe.”, lo cual fue clave para estos estudiantes, pues tenían este desafío cada día, recibir enseñanzas a las mañanas y la oportunidad de practicarlas en la vida real por el resto del día, por lo cual necesitaban aferrarse a Jesús en todo tiempo.

 

Romina Godoy, una de las líderes de esta escuela, nos comparte: “Esta EDE fue realmente excelente, hubo un buen resultado, obtuvimos respuesta de parte de los estudiantes, con corazones dispuestos a ser transformados y a crecer en carácter.”

 

Como parte práctica de esta EDE, los estudiantes están actualmente en seguimiento, siendo discipulados y acompañados en su servicio en sus iglesias locales, estando atentos a las oportunidades de poner en práctica lo aprendido y dar de gracia lo que recibieron de gracia.

 

David Zabala, uno de los estudiantes, nos cuenta brevemente acerca de su experiencia: “La EDE, para mí, fue un tiempo de conocer en profundidad a Dios. Pude conocerle personalmente y no de palabras, sino en un crecimiento en mi intimidad con Él. Fue un tiempo para darme cuenta cuánto sabía de Dios y cuánto relamente lo vivía.”