VIDAS TRANSFORMADAS – Cesar Arreaza

cesar vidas transformadas

  1.   Tu vida antes de entrar en JuCUM.
    Servía en el área de misiones y alabanza de mi iglesia, además de dedicarme al comercio.
  2. ¿Cómo llegaste a JuCUM Corrientes?
    Vine a hacer una Escuela de Estudios Bíblicos y decidí quedarme a servir como obrero a tiempo completo.
  3. ¿Cómo ves que tu vida ha cambiado desde entonces?
    Llegué acá siendo soltero y aquí conocí a la que hoy es mi esposa, Marlene, con la cual tenemos una hija de 4 meses, Nahiara. Además, ha cambiado mi visión del plan de Dios para la humanidad, lo que me ha llevado a ver la vida mucho más allá de mi propio ombligo.
  4. ¿Cómo te sientes siendo misionero?
    Bien, porque creo que el propósito de Dios para las personas es esto y sé que estoy siendo parte.
  5. El momento como ‘Jucumero’ que nunca10885544_10152465350421990_1804152244647061112_n
    te vas a olvidar:
    Estaba al final de mi cruzada de Escuela de Discipulado y Entrenamiento, sin dinero, sin lugar donde dormir, en un país que no hablaba mi idioma, era de noche y todos los cristianos que conocía en ese lugar me cerraron la puerta de su casa. Entonces, un desconocido me brindó alojamiento y comida. A través de esa experiencia entendí el amor de Dios, que es acción y no sólo palabras.
  6. Menciona algo del carácter de Dios que te impresiona.
    Su fidelidad
  7. ¿Cuál es tu comida favorita?
    Las comidas que me prepara mi esposa
  8. ¿A qué lugar del mundo quieres ir?  Japón
  9. 10 ¿Dónde te ves en 5 años?
    Sirviendo a Dios en el área de la enseñanza, que es lo que Dios me ha dado.
  10. Si estuvieras abandonad en una isla y pudieras elegir una persona para llevar contigo ¿Quién sería y por qué?
    Mi esposa, porque sé que juntos podemos lograr lo que sea, ya que juntos reflejamos la imagen de Dios.
  11. Tu casa se está incendiando, todas las personas y animales están a salvo ¿Qué sería la primer cosa que rescatarías?
    Nada, porque todo lo importante ya está a salvo.

    Lema o frase de tu vida personal.
    No pretendo haberlo alcanzado, pero prosigo a la meta al premio del supremo llamamiento de Dios en Cristo Jesús